El método paranoico-crítico

En las enfermedades psiquiatricas, cada vez más, el orden de los factores está alterado. Los trastornos se subordinan a los métodos de diagnóstico y tratamiento vigentes. A medida que la técnica -pharmakon- médica avanza, las enfermedades salen del cajón de sastre de la psiquiatria y pasan al de la neurología.

 

Se suele creer que las enfermedades neurológicas son aquellas cuya causa se localiza en el sistema nervioso; pero no nos engañemos; de la mayor parte de enfermedades neurológicas existentes estamos lejos de conocer la causa.

 

Lo único que sabemos es que con la tecnología actual somos capaces de localizar correlatos. La técnica a sustituido ya al hombre, o está en camino de hacerlo, a la hora de la que clasificar las enfermedades.

 

La empresa farmaceutica procede de modo similar.

 

Sin duda alguna el top ten de los trastornos psiquiátricos en la infancia, y desde hace poco ganando terreno en la edad adulta, es el trastorno por déficit de atención.

 

Su síntomas son problemas de atención, hiperactividad e impulsividad.

Los psiquiatras prefieren diagnosticar este trastorno, antes que buscar problemas afectivos o familiares que desencadenen estos síntomas. Tambien los padres, suelen preferirlo e los profesores, sobrecargados, imploran a las familias, que por favor, acudan a un especialista.

Pero lo cierto es que los problemas de atención siempre han sido la consecuencia de cualquier tipo de melancolia o ansiedad.

Los motivos por los cuales predomina este diagnóstico son diversos; Zeitgeist, falta de tiempo, de interés, pensamiento práctico y poco inclinado a la complejidad, y, sobre todo, que ahora supuestamente en este caso los psiquiatras, de nuevo tiene algo que ofrecer a sus jóvenes pacientes: Metilfenidato.

 

Mentiría si dijese que alguna vez me he sentido inclinada a probar las drogas; tengo poca experiencia en este campo. Sin embargo, desde que trabajo en el hospital con niños y observo la ligereza con la que se les medica, los psicofármacos si vienen interesandome. Pues si quiero criticar, mejor será hacerlo con conocimiento de causa.

 

El otro día comencé mi experimiento: metilfenidato.


Siempre pensé que yo tenía todos los síntomas del trastorno así es que para la ocasión elegí un día en el que necesitaba concentrarme especialmente. Aunque el mecanismo no se conoce ni de lejos con exactitud, al metilfenidato se le supone un efecto parecido a la cocaina. En niños hiperactivos se dice que el efecto es paradojico; les tranquiliza.

 

 

En mi caso los efectos se redujeron a hastio y dolor de cabeza (efectos secundarios frecuentes). Si mi capacidad de concentración aumento o no, no pude saberlo, pues directamente decidí no hacer lo que tenía que haber hecho.

 

Me sentí aliviada de ser adulta y poder elegir no seguir tomándolo, pues si fuese un niño, y desde fuera se me ve más calmada, igual a mis padres o profesores concluyen que estoy mejor (pues ellos si lo estarían claro) y me obligan a seguir tomándolo.

 

El pintor surrealista Dali decía que la única diferencia entre un loco y él mismo, era que él no estaba loco.

 

Lo mismo podría decir yo con respecto a los niños con déficit de atención. La única diferencia es que yo no tengo el diagnóstico, ni voy a tomar medicamentos.

 

Uno de los problemas de estos niños es que no pueden inhibir los pensamientos; las asociaciones entre ideas se suceden en sus mentes sin que sean capaces de controlarlas. Comienzan con un tema y terminan con otro. O no terminan ninguno.

 

Esto es, en especial para los niños en edad escolar un gran problema; cómo permanecer sentados, y supuestamente concentrados, ocho horas al día?

 

Supongo que Dali tenía este problema, pero tuvo la genial idea de sacarle provecho.

 

Lo llamo el método paranóico crítico y lo definió como un método espontáneo de conocimiento irracional basado en la objetividad crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones de fenómenos delirantes.

 

 O sea, aprovechando que tengo muchos pensamientos activos, pensamientos que en realidad no están relacionados, los observo y hago algo con ellos.

 

Este método es aplicable a cualquier actividad, la pintura, la poesia e incluso las ciencias.

 

Dejemonos de fármacos y aprendamos de este método.

 

 


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Comentarios: 1
  • #1

    Ramón (lunes, 20 octubre 2014 12:30)

    Una experiencia valiente. Lo que investigan la mayor parte de Farmacéuticas no está guiado por el plausible deseo de mejorar la salud, sino el afán de ganar dinero para tratar de curar el ansia de ganar dinero de los capitalistas inversores que quieren rentabilizar aquello que nunca se podrán llevar para vivir mejor en la otra vida. ¿cuando se tratará como una enfermedad la "usura"?