Hay comentarios, aparentemente banales, que por algún motivo se graban en nuestra mente.
Recuerdo esta escena. Veintipocos años, verano, comiendo en casa de unos amigos. De pronto, no recuerdo ya el contexto, uno de ellos exclama: "las mujeres hasta los treinta y muchos se mantienen bien, pero a partir de los cuarenta el declive es implacable".
Puede que fuese la sospecha de que yo tambien llegaría algún dia a los cuarenta -con veinte uno suele creer tan poco en la edad como en la muerte, el mecanismo se llama represión y es sanísimo; ay de aquel que no lo cultive!- lo que hizo permanecer, durante casi veinte años, esta sentencia en mi cabeza. Aunque entonces no le prestase demasiada atención.
Ahora que me acerco a los cuarenta, vuelve a mí con toda su crueldad.
Ahora me doy cuenta de la sabiduria que había en ella y constato que reprimir (un arte muy denostado en mi profesión) es algo que vamos desaprendiendo con los años y que deberiamos cultivar.
No es sencillo, pero tampoco imposible y en cualquier caso es una buena alternativa a la cirugia. Y, porqué no, quizás el verdadero secreto de la felicidad.
Voy a contar como se puede hacer.
Voy a revelar un secreto de belleza psicológica.
Un mal día te miras al espejo y descubres algo que no te gusta, digamos una arruga (puede ser cualquier otro defecto que te displazca).
Empieza el proceso. Primero hay que saber si se puede descartar (con lo cual se retrasaría el proceso un tiempo). Mira bien y cerciorate de que no es una ilusión perceptiva.
Una vez convencida de que no lo es, mirate en todos los espejos que tengas a mano y selecciona aquel en el que se vea menos (la arruga). Captura esa imagen e integrala en tu autoimagen.
Así de sencillo.
Llegará un momento en el que ya no habrá forma de deshacerte de ella (de la arruga) porque aparece en todos los espejos, bajo cualquier iluminación y desde todos los ángulos. Entonces es momento de aceptarla. Eso si, no lo hagas a la ligera, atribuyendole alguna caracteristica psicológica positiva, por ejemplo, "la arruga de la risa".
Salvada.
Un proceso menos seguro es buscarla (la arruga) entre tus amigas y conocidas. Te tranquilizará mucho encontrarla, eso si, corres el riesgo de que no esté, en cuyo caso te sentiras peor. He de matizar que no te consolará que tus amigas tengan otras arrugas, a ti sólo puede consolarte ESA.
p.d. cuando estes sentada en el quirófano piensa en esto. Hay alternativa!!!
p.d.2 Si piensas que este artículo es machista recapacita sobre ello.....
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yvonne ramona (sábado, 16 abril 2016 18:38)
yo tengo otro truco...me miro mis patas de gallo( que ya tenía con 14 aňos) y me imagino con 80 años mirándome al espejo y pensando...qué tonta era cuando tenía 35! con el cutis tan fino que tenía....!
Además nadie le presta atención a mis arrugas...sólo yo y tal vez alguien que tenga un poquito menos o un poquito más y,efectivamente, se consuele al mirarme o se hunda en la miseria.
Ramón (domingo, 17 abril 2016 13:29)
Yo tengo cierta predilección por las arrugas que se parecen a las ondas de alta frecuencia. No es, porque a medida que aumenta mi sordera voy perdiendo sensibilidad ante las frecuencias bajas. Prefiero un cerebro que funciona y presenta una frecuencia propia de estar en funcionamiento que un cerebro con encefalograma plano. Las arrugas generadas por la risa son indicadoras de salud mental. Las estatuas de piedra no se arrugan porque son "insensibles". ¿no serán las arrugas un indicador biológico de mayor sensibilidad ante las emociones?