The dangerous case of Donald Trump

27 psiquiatras americanos han descubierto una amenaza para la sociedad que al resto del mundo nos había pasado desapercibida y han escrito un libro;

 

"The Dangerous Case of Donald Trump"

 

La publicación de este libro ha reavivado un viejo debate;

 

el del derecho a emitir diagnosticos a distancia.

 

Y es que ninguno de los psiquiatras implicados ha tenido contacto directo con el presidente. El diagnóstico se apoya en las intervenciones de éste que todos conocemos.

 

En el diagnóstico, eso si, coinciden;

 

Trastorno de personalidad narcisista.

 

Algunos de los síntomas son:

  • Sentido grandioso de su propia importancia
  • Se considera especial y único: sólo puede ser comprendido por, y sólo debería asociarse con, otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.
  • Requiere excesiva admiración
  • Sentido exagerado y no equitativo de sus propios derechos
  • En sus relaciones interpersonales es explotador
  • Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes

La polémica sobre si es lícito diagnosticar a alguien -que no lo ha pedido- y hacerlo público vivió un momento álgido en 1964.

 

El senador republicano Barry Goldwater competía con el democrata Lyndon B. Johnson para la presidencia de EEUU. Pocos dias antes de las elecciones, el magazin Fact publicó los resultados de una encuesta.

El titular: 1189 psiquiatras consideraban a Goldwater psicologicamente incapaz de desempeñar el cargo de presidente.

 

Goldwater perdió las elecciones y demandó al periodista (suponiendo, que es mucho suponer, que el artículo le había hecho perder). Ganó el juicio y desde entonces existe la llamada "Goldwater Rule" que es la que estos 27 psiquiatras se acaban de saltar.

 

Su argumento; Trump es un enfermo y representa por ello un peligro para la sociedad. El diagnostico será un paso previo a la destitución. Los psiquiatras tienen la responsabilidad moral de pronunciarse.

 

El trastorno narcisista esta desfasado. Hace unos años estuvo incluso a punto de desaparecer del manual diagnóstico, porque cada vez somos más los que caemos bajo esa categoria.

 

Y que sería de nosotros si estuviesemos todos enfermos. Tendriamos que dejar los cargos a los monos, aunque tambien estos parecen pecar de narcisistas.

Para que el narcisismo sea un trastorno es necesario que alguien sufra. Y en eso tambien estan de acuerdo los 27, Trump no sufre (parece disfrutar incluso!).

 

En el caos de Trump los que sufrimos somos los demás (al menos a Kim Jong-un).

 

Los expertos presentan este libro como un acto kantiano; Psiquiatras asumid vuestra responsabilidad, pronunciaos, el mundo tiene que percatarse de que hay una persona enferma gobernando el mundo. Y sin vosotros esto no es posible.

 

Gracias, psiquiatras. Por vuestro sentido de la responsabilidad.

 

Aunque pensándolo bien, la pregunta no es si Trump es narcisista, la pregunta es si es posible llegar a presidente (de una gran potencia) sin serlo. Quizás sea precisamente la "enfermedad" lo que convierte a Trumop en la persona idonea para el puesto.

 

Y si fueran ellos, los 27, los que esten mostrando

  • actitudes y comportamientos arrogantes y altivos y prepotentes 
  • un sentido exagerado y no equitativo de sus propios derechos
  • sentido grandioso de su propia importancia,

....parece como si requiriesen una admiración excesiva o se creyesen especiales y únicos..

 

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Ramón (jueves, 07 diciembre 2017 20:49)

    Entre los que tienen competencia reconocida para diagnosticar, pienso que habrá diferencias (en medicina se conoce como "pedir una segunda opinión") ¿Podríamos preguntarnos si hubieran cambiado las cosas si antes de la Segunda Guerra Mundial, se hubiera diagnosticado la salud mental de Adolfo, Benito, etc. o la sociedad (principalmente los seguidores) estaba algo enferma? Pienso que, cuando uno tiene una azotea alógica, ilógica, apática, antipática, o sendas características, las aclamaciones de la masa potencian sus manifestaciones. ¿O no?