«Todas las familias felices se parecen, cada familia infeliz lo es a su manera». Decía Tolstoi. En la intimidad de la consulta, donde la gente se desnuda y se atreve a hablar de sentimientos
que cree que no debería tener, he llegado a pensar que lo contrario es cierto. Que es el dolor el que es universal y la felicidad una singularidad, personal e
intransferible y fruto de un trabajo duro y constante. La conciencia de nuestra finitud (la muerte), la falta de sentido intrínseco de la vida,
la soledad (nuestra relación con el Otro), la condena a elegir (la libertad) unida a la posibilidad
de equivocarnos irrevocablemente (la culpa) son nuestros demonios universales. Pero como no esta bien visto quejarse, y menos de cosas que no tienen remedio, para hablar
de estos temas tenemos que echar mano de subterfugios o, en el peor de los casos, acudir a
especialistas y ser clasificados en alguna categoría patológica que avale nuestras quejas. Sin embargo y aunque la ciencia intente esconder el dolor detrás de diagnósticos asépticos,
como decía Kadmon, “el único tema digno, lo único que importa tras centenares de
aseveraciones, grandes revelaciones comentarios de charlatanes y discursos motivados
por el ansia de reconocimiento;
es el actual estado de la humanidad en la lucha contra el Dolor” Hay personas que han conocido el sufrimiento a edades demasiado tempranas.
Estas personas son más susceptibles de desarrollar problemas en el futuro.
Existen ya suficientes estudios prospectivos y retrospectivos (www.acestudy.com)
que relaciona el estrés (sufrimiento), con todo tipo de diagnósticos psiquiátricos e incluso
con enfermedades físicas. No siempre se trata de abuso ni de maltrato, a menudo, los traumas
son más sutiles. Por ejemplo, el simple hecho de tener un padre o una madre depresivos
puede tener un efecto devastador en la personalidad del hijo. Ya decía Aute que “las cicatrices no ayudan a andar”, aunque otro poeta nos advertía que,
allí donde está el dolor surge también el remedio.
Julián Martínez (psicólogo y educador social), Estefanía Torres (docente) y José Antonio Martínez, (psicólogo) son los tres ilicitanos fundadores de Magma Comedy, una iniciativa que ha desarrollado una técnica, posiblemente más efectiva y con seguridad más saludable que el Prozac en esta lucha.
Magma Comedy apuesta por el humor como herramienta terapéutica.
EL proyecto surgió hace cuatro años y medio y desde entonces se aplica en el CAMPEC (Centro acogida de Menores de Proteccion Especializada en Problemas de Conducta) de la FUNDACIÓN ANTONIO MORENO DEL GRUPO EL CASTILLO. Es un proyecto de centro aprobado por conselleria de Igualdad y políticas inclusivas. En el curso 2016/17 fue impartido por Estefanía en el aula PFCB (Programa formativo de cualificación básica) y se incluyó dentro de la programación didáctica del área de lengua del JOANOT MARTORELL DE ELCHE. Pertenece al plan curricular aprobado por la consellería de Educación .
Magma Comedy, encantada de hablar con vosotros. Nietzsche decía que la risa es el mejor antídoto contra el espiritu de la pesadez.
¿Como describiríais vosotros vuestro método? MC: Se trata de una técnica cognitiva que favorece la introspección, la expresión verbal y
escrita, y la comprensión verbal y lectora, exige la síntesis de lo expresado y trabaja los
conceptos y social pues se trabaja preferiblemente en grupo, hace tomar consciencia de
los elementos clásicos de la comunicación y moldea, modela y refuerza los componentes
no verbales de la comunicación necesarios para llegar a nuestro interlocutor, sea público
o grupo de iguales. Siempre debe ser integrada dentro del marco de un tratamiento psicológico y se ha revelado
de gran utilidad para hacer aflorar y afrontar los conflictos personales e interpersonales.
De momento beneficiados por la intervención de este proyecto, son los menores en riesgo de
exclusión social con los que trabajamos, que además pueden presentar trastornos mentales
o de la conducta. Se plantea como un taller para aprender a escribir comedia, para luego realizar un guión que
será interpretado por cualquiera de los usuarios, no necesariamnte los mismos que lo escriben,
utilizando como base tanto temas personales como generales. Se trabajan áreas de la lengua
como la lectoescritura o la búsqueda de vocabulario y sinónimos. Los chavales aprenden a
dominar recursos literarios e interpretativos que requiere el stand Up Comedy (verbales,
no verbales y paralingüísticos). Además, fomenta la capacidad de trabajar en equipo, favorece
la atención a la diversidad y desarrolla la capacidad comunicativa. A nivel intrapsíquico favorece y potencia la capacidad de introspección y la empatía,
así como la motivación tanto intrinseca como extínseca al dirigir la atención desde uno
mismo hacia el mundo que nos rodea y del que nos rodeamos. Hechos los guiones, los chavales tienen la posibilidad, de actuar, hay cuatro eventos con el
centro (Navidad, semana cultural, una actuación en un geriátrico asociado y el fin de curso)
además tres eventos con Magma Comedy. Al principio había algo de reticencia, en el primer
taller, de 18 actuo uno, la última vez ya fueron 13 de 18. El fin último del taller no es la actuación, sino aplicar la comedia a la vida cotidiana
conociendo los recursos más sencillos de escritura. Podría considerarse como una forma de herramienta terapéutica narrativa a la que
se ha incorporado el elemento humor ¿Qué es lo que la hace efectiva? MC: La comedia por sí sola no “cura” ningún trastorno, es la terapia con el humor
como hilo conductor la que la hace efectiva siempre dentro de un marco del tratamiento
psicopedagógico más amplio en que se da, en función de las características individuales
de los participantes.
El mayor enemigo de la risa es la emoción, decía Bergson: ¿Veis un peligro en que el humor,
y no la terapia, acabe siendo el elemento central? MC: En ningún caso, puesto que una parte del tratamiento no puede sustituir al tratamiento
completo. Por otro lado, el terapeuta que coordina el tratamiento junto a quien trabaje la comedioterapia
valorarán en cada caso si la comedia está aportando algo al tratamiento o si dado el caso
se está observando poca o ninguna aportación más allá del humor y si esto es beneficioso
o no para el caso en que se de. Si puedes reirte de tu problema, lo puedes superar….el monólogo como terapia, ¿de que manera el humor puede ayudar a superar los traumas? MC: Reírte de un conflicto personal implica necesariamente cierto grado de
desafectación emocional, esto es una oportunidad que permite a su vez una visión más
objetiva de la problemática. Este es un componente necesario, pero no suficiente para esa
superación, como hemos dicho anteriormente, es preciso un tratamiento más amplio en el que
el terapeuta puede aprovechar esas oportunidades para que el paciente adquiera una mejor
comprensión del problema. El humor ofrece esa visión menos distante emocionalmente al
problema, puede aportar más a nivel cognitivo, por ejemplo en la capacidad de síntesis o
haciendo patente que hay otras posibilidades aportando flexibilidad. ¿El tema del monólogo tiene que ser siempre autobiográfico? MC: No, pero sí ofrece la visión personal del mundo que cada uno tiene, más bien es
autoficcionado (intercala autobiografía con ficción). ¿Entendeis la terapia como proceso con principio y fin? ¿Cuando acaba la terapia? MC: En términos generales, en el tratamiento psicopedagógico sí entendemos una terapia
como un proceso con principio y buscando el final: la mejoría clínica, el alta terapéutica. Concretando, en el caso de la comediaterapia, el fin último es ofrecer a la persona una
herramienta que pueda aplicar a la vida cotidiana para afrontarla de forma más asertiva,
como por ejemplo las técnicas de relajación en los trastornos de ansiedad. Buscamos
que la persona pueda seguir utilizándola para siempre en su día a día. No es el objetivo subir
al escernario para interpretar el monólogo, el objetivo es usarlo en la vida cotidiana. Tratáis con chavales que han sufrido experiencias extremas ¿habeís llegado a pensar
que hay traumas que no pueden superarse? MC: Al igual que hay fracturas que no sueldan, hay traumas que no se pueden superar,
pero podemos dotar a la persona de herramientas que mejoren su calidad de vida.
Tampoco somos de meter el dedo en la llaga si no es necesario. Hoy en día la psiquiatria de vanguardia considera que los trastornos psiquiátricos,
con los que vosotros trabajais, están causados por una predisposición genética o
un desequilibrio bioquímico.
¿Estáis de acuerdo con esto? MC: Creemos que estos trastornos tienen origen multifactorial. El modelo psiquiátrico es el
denominado diátesis – estrés. Vulnerabilidad (factores genéticos) y estrés
(factores ambientales). En el que cada factor tiene un peso: A mayor peso en factores de
vulnerabilidad menor peso es necesario en los factores ambientales para que un trastorno
haga su aparición. ¿Tiene límites la terapia? ¿Hay lugares dónde no llega? MC:Tiene límites y limitaciones, los que pone el entorno y la propia terapia e interacción con
la persona y los límtes del paciente. Hay varias muchas formas de afrontar las experiencias adversas, los traumas, hay gente que
no habla de ellos, pero también otros que aprovechan cualquier ocasión para hablar de ellos.
Una de las estrategias de la gente con traumas graves puede ser también quitarles importancia,
con cinismo o incluso humor. No se si conoceis a la youtuber “soy una pringada”.
Es un buen ejemplo mediático, es una de mis youtuber favoritas, me parece muy auténtica y
directa y bastante consciente de sus traumas. Pero en estos casos a veces me pregunto, si la
distancia que da el humor no puede contribuir a frenar el proceso terapéutico, es decir que el
propio humor fomente la disociación entre el relato y la vivencia emocional, frenando el proceso
y manteniendo la sintomatología ¿Cómo se evita esto? MC: Enmarcando el humor o la comediaterapia, dentro de un marco psioterapéutico más
amplio, es preciso desgranar en una terapia completa cada aspecto de esa vivencia. Siempre
hay un trabajo previo a la inclusión en el grupo de comedia donde se encuadra cada caso y
si es conveniente intervenir primero, por ejemplo, con una exposición que, al ser necesario
cierto grado de ansiedad, para su efectividad. Luego a determinado nivel de ansiedad valorar
la inclusión en el grupo. En este mismo ejemplo el uso de benciodiazepinas se debe
sincronizar si se va aplicar una técnica como la exposición. ¿Hay límites del humor (como herramienta terapéutica), por ejemplo gente con problemas o
diagnósticos con los que a priori vuestro enfoque no sea aplicable? MC: Sí, en caso de déficits cognitivos graves, con daño cerebral sobrevenido con secuelas
graves, en general con perfiles con grave afectación de la funcion cognitiva y a nivel
comprensivo y expresivo. ¿Podeís contar algún caso que os haya sorprendido especialmente? MC: Hemos vivido como una adolescente a través de la comedia ha podido explicar de
manera cómica y entendible para sus compañeros, los síntomas del Síndrome de la Tourette,
algo que por sus manifestaciones físicas utilizaban con motivo de burla. Gracias a esto
, sus compañeros comenzaron a tratarla con más respeto porque lograron comprender qué
le pasaba y para ella fue liberador. Otra menor, paso año y medio en terapia sin poder hablar de los abusos sexuales que había
sufrido, escribiendo para un monólogo utilizó la ironía para hacer referencia a estos hechos.
Desde ese momento, se pudo ahondar en la terapia, auque en este caso no se llegó a plasmar
en el guión y ni mucho menos se interpretó en un escenario. Por esta razón tiene que haber un
terapéuta profesional que haga una criba de lo que se puede o no se puede contar en público,
ya que este tipo de relatos, podrían no ser beneficiosas para el paciente si los contara
abiertamente siendo una adolescente. Pero sí fue el primer paso para tirar del hilo y tratarlo
en terapia individual. O aquella adolescente de origen rumano, que utilizaba el humor para mostrar las dificultades y
diferencias que encontró cuando llegó a España. Junto con ella un chico de etnia gitana y un
chico musulmán, explican en tono humorístico el punto de vista sobre los tópicos culturales
de cada uno. En general, se trata de hacer ver a uno mismo y a los demás que el humor hace más llevaderas
las dificultades. ¿Ha habido alguna crítica a vuestro modo de hacer terapia? Me interesaría por ejemplo que
dicen los familiares. MC: No hemos recibido ninguna queja ni de los familiares, las entidades o la propia conselleria,
más allá de algún comentario por algún tema más “polémico” en algún texto (como en el humor
en general, va a gustos).
Homo, homini lupus decía Hobbes y Kafka afirmaba que el dolor, como la curación solo era
posible entre personas. Me imagino que vosotros como terapeutas, pero también como modelos, sois muy importantes
en el proceso terapéutico, ¿hasta qué punto esta terapia es practicable por terapeutas que no
tengan experiencia con el humor? MC: La comedia no está hecha para hacer terapia, más bien es un camino que se abre para
realizar una terapia, por tanto debe estar guiada por un profesional cualificado con
conocimientos sobre técnicas de escritura e interpretación de comedia. Otro asunto es cuando una persona que conoce la comedia pasa por un episodio biográfico
complicado, una reacción adaptativa o un problema interpersonal concreto y es capaz,
por sí misma, de abordar la situación usando la comedia. En este caso sí que es posible y
nos consta de cómicos que lo han hecho y con buen resultado. Ahora cuando hay un trastorno, sindrome o enfermedad, o bien, un déficit estructural de cierta
severidad no es ni conveniente intentarlo. Nosotros utilizamos una forma muy concreta de humor, de comedia, el llamado
STAND UP COMEDY, que tiene su propia poética y retórica que comparte en cierto grado con
otras manifestaciones del humor pero cuyo conjunto la hace única. El humor en terapia ha sido usado desde los albores de la psicoterapia; quizás el más conocido
sea S. Freud y su libro -el chiste y su relación con el inconsciente- pero también Ellis o Beck
lo utilizan a lo largo del proceso terapéutico. Pero el stand up comedy tiene una especial comicidad que lo hace diferente por motivos que
exceden a esta entrevista porque nos llevaría mucho explicarlo ya que incluye aspectos
neurológicos, cognitivos y de activación del SNC y autónomo. ¿Habeís pensado en formar a terapeutas en humor? (yo creo que es muy necesario) MC: Sí, formarlos en comedia, es algo en lo que estamos trabajando. Dicen que comedia es la tragedia más tiempo, ¿Qué relación veís entre trauma y humor? MC: Son dos variables que en principio no tienen que correlacionar. Por vuestra experiencia, ¿creeis que los humoristas son personas felices? MC: No necesariamente, al igual que un psicólogo no tiene que ser feliz necesariamente y
dependiendo de a qué llamemos felicidad. Creo que fue Picaso el que dijo que el arte, en este caso el humor, no sirve para decorar
paredes sino para defenderse contra el enemigo ¿Es impensable la comedia sin la tragedia? MC: Te tiene que ir mal de alguna manera para que la gente se ría, pero no tanto como para
producir pena, tiene que haber un equilibrio entre ambas. El payaso/cómico es una figura ambivalente, que a menudo en pintura y literatura se ha
mostrado como un personaje triste, ¿qué pensaís de esto? MC: Una persona pesimista puede producir un humor de calidad. No es necesario ser optimista
para tener producir buen humor, aunque tampoco es necesario ser pesimista. ¿Ayuda el humor a ser feliz? MC: El humor te puede ayudar a estar alegre y por tanto a tener una sensación subjetiva de
felicidad. ¿Podeís contar algo sobre la teoría del humor que enseñais en el taller?
(aunque sea anecdótico) ¿Existen distintos tipos de humor, hay humores más efectivos o
humor contraproducente? MC: Estamos en la línea de la tradición alemana de Schopenhauer y del tratado de la
risa de Bergson. Hay tipos o clasificaciones sobre el humor, pero básicamente si alguien
se ríe es humor. El uso del humor es lo que puede ser contraproducente, por ejemplo utilizarlo para ridiculizar
o humillar a otra persona o colectivo.
Se ha comprobado que las personas que trabajan con gente traumatizada corren grandes
riesgos de traumatizarse ¿es el humor para vosotros como terapeutas una forma de soportar
la realidad? MC: Sí, el humor es una entre otras formas u estrategias que existen para soportar la realidad. ¿Por qué os hicisteis monologistas? MC: El porqué nos hicimos monologuistas no tiene que ver con que lo sigamos siendo,
en principio fue algo curioso, una elección, pero actualmente no es una elección, es una
condición, quizás una necesidad. Ahora mismo no podríamos dejar de escribir comedia. ¿Cuales son vuestros referentes humorísticos? MC: A nivel nacional, Faemino y Cansado, Gila, Tip y Coll, Ignatius Farray, Patricia Sornosa
entre muchos otros. Internacionales, los Hermanos Marx, Doug Stanhope, Andy Kaufman, Ellen DeGeneres ¿Algún libro o película que recomendeis? MC: La biblia del humor Judy Carter. - El arte de los monólogos cómicos de Gabriel Córdoba - Manual del cómico novato de Miguel Lago - Una noche en la ópera de los Hermanos Marx - Annie Hall de Woody Allen - La vida de Bryan de Monty Phyton - La Hora Chanante - Series como Seinfield, Los Simpson y Padre de familia Las últimas recomendaciones que hemos recibido son la serie La maravillosa Señora Maisel
y el monólogo Nanette de Hannah Gadsby. ¿Teneís pensado escribir alguno? MC: Sí, sobre la experiencia e incluso vamos detrás del documental. Pues los esperaremos con ansia. Me encanta vuestro trabajo, hacía tiempo
que no topaba con un enfoque tan interesante, os deseo mucha suerte y muchísimas
gracias por vuestro tiempo.
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