„He nacido de la tristeza y me han vestido con decepciones“ Maustetytöt
Los occidentales tenemos una serie de creencias tácitas a menudo contradictorias entre si.
Estas contradicciones pueden convivir sin problemas en nuestro cerebro; Musil ya decía que el humano tiene la capacidad de mantener activas dos creencias contadictorias y conseguir que estas jamás se toquen. Si en algún momento este cruce se produce y nos vemos confrontados con nuestro autoengaño y nuestra profunda irracionalidad se producirá un breve instante de turbación, de lucidez intolerable….y enseguida nos encogeremos de hombros y seguiremos como si nada.
Una de estas creencias tácitas (sobre todo entre los que se autodenominan progresistas) es que vivimos en el mejor de los mundos posibles y que aun va a mejorar más (como decía el Superratón). De los hechos, noticias, experiencias cotidianas y recuerdos que entran en directa contradicción con esto no es necesario hablar.
Y de entre los mejores mundos posibles hay algunos que son mejores que otros; según el índice global de felicidad de 2023 Finlandia es el país más feliz del mundo (seguido de cerca por Dinamarca, Islandia, Israel y Países Bajos).
Aki Kaurismäki, que ha retratado recurrentemente ese paraiso nórdico, vuelve con „Fallen Leaves“ la mejor película del año, me aventuro a decir, sin haberlas visto todas (la vida es tan larga y el arte tan escaso).
Los personajes de Kaurismäki son parcos en palabras y muetran una mímica mímica. Cualquier psiquiatra vería claramente que adolecen de autismo. Y en estos tiempos saturados de gesticulaciones histriónicas y estúpidas, de muecas congeladas y en serie, de discursos interminables y huecos es un deleite contemplar las sutiles miradas y escuchar los diálogos reducidos al mínimo necesario ( pero qué mínimo!) que se dedican dos personas que se encuentran casualmente en el bar más sordido del país mas feliz del mundo y se enamoran, con un amor de verdad, de esos que ya no parecen posibles, sepultados como estamos en capas y capas de ruidos y mentiras.
Cansada de oir consignas sobre la guerra la protagonista apaga la radio:
-Mierda de guerra. (no se puede decir mejor, por mucho que nos esforcemos)
A los que conocemos la filmografia de Kaurismäki nos cuesta creer que Finlandia sea el país mas feliz del mundo. Pero claro, no es lo mismo el mapa que el paisaje y el índice de felicidad se calcula considerando variables como el ingreso per cápita, el bienestar social, la salud y esperanza de vida, la libertad social, la generosidad y la ausencia de corrupción.
Interesante es que muchos de los paises mas felices del mundo encabecen también las listas de los índices de suicidios más altos. Lo dicho; el mapa no es el paisaje o más claramente con Aute: todo es mentira menos tu.
Kaurismäki vuelve para recordarnos que en este mundo de mierda lo único que podría salvarnos es el amor (si consiguiesemos apartar la mirada del movil).
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